En "La última cena" se sirvió anguila

Imagen de la obra luego de su restauración, 27 de mayo de 1999
La restauración de La última cena llevó 22 años.

Especialistas en Historia del Arte han develado por primera vez qué había en el menú de uno de los cuadros más famosos del mundo: "La última cena", de Leonardo Da Vinci (1452-1519).

En lugar del simbólico cordero de Pascua, el historiador John Varriano concluyó que el plato principal de la última cena, que Jesús tuvo con sus discípulos antes de su muerte, fue anguila a la parrilla decorada con rodajas de naranja.

El resultado de la investigación, publicado en la revista estadounidense "Gastronomica", muestra que la comida retratada por el maestro Da Vinci era típica del Renacimiento italiano (1460-1500).

No sorprende que este dato salga a la luz después de cinco siglos desde que la obra maestra fue terminada (1495-98), ya que muy pocos amantes del arte prestaron atención a la comida servida en la mesa.

La razón, según el corresponsal de la BBC en Milán, donde la pintura adorna la pared del ex convento de Santa Maria delle Grazie, es que el tema principal es "el innegable drama humano que muestra el momento en que Cristo deja perplejos a sus discípulos más cercanos con la revelación de que uno de ellos lo va a traicionar".

Restauración develadora

El corresponsal de la BBC Mark Duff dice que siempre se había asumido que los comensales tenían enfrente un plato de cordero que, como el vino y el pan que aparecen en el fresco, coincide con el simbolismo cristiano y, en particular, con la imagen de Jesús como el cordero entregado en sacrificio a Dios en expiación de los pecados humanos.

Además, el rápido deterioro de la pintura luego de su finalización en 1498 hizo prácticamente imposible una inspección exhaustiva.

Pero ahora, gracias a la restauración más reciente del mural, en 1999, los expertos han podido, finalmente, analizar qué comida se sirvió en la mesa.

De acuerdo al historiador Varriano, las anguilas no eran solamente un plato muy popular en la Italia renacentista, sino que también pudieron haber sido una de las comidas favoritas de Da Vinci, ya que aparecen en listados de compra entre las notas personales del genio italiano.

Varriano, profesor de Arte en la Facultad de Mount Holyoke, en el estado de Massachusetts, presentó sus conjeturas en un estudio de cinco páginas.

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